Coloquialmente llamamos ‘español de América’ a la lengua que se utiliza en el continente americano. Sin embargo, muchas veces nos referimos a este como si se tratara de una única variante que se opone al de España. Por ejemplo, en las películas se puede optar por español europeo o español ‘latino’. Pero ¿podemos hablar de dos únicas variantes?
Lo primero que hay que comprender es que el español no se habla igual en todo el mundo e incluso difiere dentro de un mismo país. En otras palabras, no hay un solo español, sino muchos. Esto no quiere decir que no puedas entender a alguien que habla un dialecto distinto del tuyo, pero puede que haya partes de su discurso que resulten confusas e incluso incomprensibles. ¿Por qué ocurre esto?
Un poco de historia
El español ha sufrido cambios a lo largo de la historia tanto en España como en América. De hecho, cuando el español se llevó a América, en el siglo XVI, ya había abundantes rasgos distintivos en el peninsular, debido a la coexistencia con otros pueblos y lenguas. Algo similar pasaría en América.
Las distintas variedades del español hablado en América serían el resultado del contacto con las sociedades de la zona antillana. En esta zona abundaban los mercaderes y soldados andaluces y, debido a este contacto, el español de América presenta rasgos fónicos propios de Andalucía, entre los cuales el seseo es el más significativo.
El español se tuvo que ir adaptando a cada territorio, condicionado por los anteriores habitantes de esa zona, y es por esto por lo que cada variante presenta principalmente un léxico diferente. Los indígenas añadieron a la lengua unidades léxicas que se tomaron como patrimoniales y forman parte de la norma trasplantada desde las islas.
A continuación exploraré brevemente algunos rasgos fonéticos y semánticos, para que se pueda comprender mejor la complejidad de las diferentes variedades de español habladas en América.
Rasgos fonéticos
En la fonética, hay rasgos que, aunque no son exclusivos de América, allí adquirieron otra dimensión y por eso es necesario reconocerlos:
El seseo:
Entre los más destacables está el seseo, ya que afecta a todos los países, sectores, clases sociales… Este consiste, de una manera simplificada, en la pronunciación de ‘s’ para las grafías ‘ce’, ‘ci’, ‘za’, ‘zo’, ‘zu’. De ahí que, solamente en algunas zonas de España se sitúe la minoría que todavía pronuncia ‘gracias’.
Algunas curiosidades del seseo:
- Resulta bastante curioso cómo en algunos países como El Salvador o Costa Rica, hay hablantes que alteran el uso de s y z en su pronunciación.
- Además, cuando la ‘s’ aparece en posición intervocálica se aspira en Cuba y en Santo Domingo. Es decir, en lugar de decir: “nosotros”, dirían algo similar a “nohotros”.
El yeísmo:
Cuando explico en clase a los alumnos de primero que ‘y’ y ‘ll’ se pronuncian igual, obtengo las mismas reacciones que cuando yo era pequeña: ¿y por qué se escriben diferente?
Para la mayoría de estudiantes de español, este es uno de los grandes desconocidos. Al igual que en las variantes de la península, el yeísmo está totalmente extendido en América. La distinción entre ‘y’ y ‘ll’ en España es nula (salvo en algunos pueblos de Castilla, principalmente), pero en Hispanoamérica se conserva, por ejemplo, en las tierras altas de Colombia, Chile, Argentina y Perú.
Rasgos semánticos
El léxico es el nivel lingüístico más permeable de la lengua, pues es en el léxico donde se producen mayores influencias de una lengua sobre otra. De hecho, el léxico es lo que hace más evidentes las diferentes variedades lingüísticas.
Cuando el español llegó a América, experimentó una serie de cambios para adaptarse a la nueva realidad y se fue alejando de la variante peninsular.
Al acomodarse a la nueva realidad, en ocasiones tomaron una palabra ya existente en español y la adaptaron a un objeto similar del nuevo mundo, por ejemplo, un ‘gallinazo’ era un ave similar a la gallina pero de mayor tamaño. Otro de los rasgos léxicos del español de América es el uso de palabras arcaicas, como ‘lindo’ con el concepto de ‘bueno’.
Sin embargo, los mayores cambios con respecto al peninsular y entre las distintas variedades estuvieron causados por la influencia de las lenguas indígenas:
- Del arahuaco: canoa, barbacoa, cacique, caoba, huracán, hamaca, maíz…
- Del caribe: butaca, caimán, caribe, curare, loro, manatí, piragua…
Con palabras regionales como: areita, bohío, cutara…
- Nahuas: cacahuete, cacao, chicle, chocolate, tiza…
Las regionales son: guachinaga, achiote, otole, papalote, jacal, ejote…
- Quechua: canche, puma, papa, coca…
Las palabras regionales propias son: cocha, puna, chocio, guaca, guagua, porongo…
Otras lenguas también tuvieron un fuerte impacto en el léxico de la zona, algo que lo distancia cada vez más del peninsular:
- Afronegrismos: banana, bembe, bongo, jandinga, quilombo, ñame…
- Lusismos: bosto, pálpito, garúa, fariña, bichoco, changador…
- Italianismos: bacán, chao, pasticho…
Si hablamos de léxico, es imperativo mencionar los anglicismos, puesto que presentan diferentes zonas de influencia y dos vías de presentación: los ojos, mediante la lectura, y los oídos, mediante los sonidos. Hay dos grandes tipos de anglicismos: los préstamos y los calcos.
Los préstamos se dan en distintos grados de aclimatación, los préstamos crudos pasan tal cual a la lengua (con la grafía inglesa), y otros pueden estar más o menos adaptados a la lengua, dando lugar incluso a familias léxicas:
Bife, account, chance, jumper, baby, barbacue, broder, laundry/londri, lonche (lunch), guachimán (watchman), bisne (business), bicha (bitch)…
Los calcos son palabras que parten de la formación inglesa pero utilizan palabras del español.
Altoparlante (loud speaker), abanico eléctico (electric fan), andado (walker), aplicación (application), argumento (argument), caracteres (characters)…
Hoy en día, el español peninsular difiere del americano y esta diferencia está fuertemente marcada por la gran presencia actual del inglés en el habla hispana. Aunque en su origen las distintas lenguas indígenas y los afronegrismos marcaron más fuertemente el español de las zonas, la presencia de estos es bastante pequeña ahora. Sin embargo, se encuentra en las palabras básicas de cada variedad de español.
En la semántica, hay algunas palabras que están extendidas por las variedades americanas y se oponen al término peninsular como dinero/plata, patata/papa, móvil/celular, ordenador/computadora, contaminación/polución, fresa/frutilla, tirar/botar. Es también curioso como otras aunque existan en ambos, cambian su significado; por ejemplo, si en un restaurante pides una tortilla en España no tendrá nada que ver con la que puedes pedir en México. Algunos ejemplos donde hay mayor variedad léxica se pueden encontrar a continuación:
- Camiseta, pololo, playera..
- Jean, vaquero, tejano, blue jeans…
- Falda, pollera, saya, enagua, mediofondo…
- Panties, blúmer, bombacha, braga, calzón, panti, pantaleta…
- Automóvil, coche, carro o autocar
Consideraciones finales
Al igual que el español peninsular es variado, en América, cada variedad agrupa sus propias características que lo asimilan y diferencian de otras. Nuestros queridos amigos de ‘qué difícil es hablar el español’ ya reconocen esa gran diversidad de América, así que si no has visto el vídeo lo recomiendo y dejo aquí abajo.
https://www.youtube.com/watch?v=eyGFz-zIjHE
No podemos entender el español de América como una sola variante, al igual que tampoco podemos referirnos al de España como uno. Cuando escuchas a un colombiano, argentino, cubano o mexicano, si no supieras español, te parecería que hablan diferentes lenguas, porque realmente suenan diferente. Entonces saquémoslos de esa casilla de ‘español de América’, y refirámonos a estos como ‘españoles de América’.