Keila Fafulas
El 56.7% de los argentinos eligió, el 23 de octubre de 2023, al ultraderechista Javier Milei como Presidente de la Nación. Con esta decisión se adentra en una etapa de profunda incertidumbre. ¿Qué refleja este voto? Veamos cuáles son algunas de estas propuestas.
En lo económico, Milei aboga por una economía completamente liberalizada, con mínima intervención estatal. Esto incluye la reducción de impuestos, la eliminación de regulaciones gubernamentales y la apertura de mercados. También propone la reducción del gasto público mediante la eliminación de subsidios estatales a diversos sectores y la reducción del Estado en general. Aboga por una desregulación laboral, la privatización de empresas estatales y una política de apertura comercial. ¿Cómo afectan estas medidas a los argentinos?
La reducción del gasto público implica recortes en servicios públicos como educación, salud y seguridad social, lo que afecta negativamente a los sectores que dependen de estos servicios. La desregulación laboral pone en riesgo a los trabajadores mediante la precarización de las condiciones laborales, pérdida de los salarios contra la inflación y una menor protección social para los trabajadores.
Se puede decir que algunos de los sectores más perjudicados por las medidas son los jubilados y las clases medias y bajas y los jubilados. En cuanto a los primeros, la reducción del gasto público se traduce en recortes en los programas de seguridad social, afectando los ingresos de los jubilados. El Ministro de Economía comunicó a medios locales que “la fórmula jubilatoria actual no funciona” y que buscarían una nueva. Sin embargo, en el mega proyecto de ley del gobierno del presidente Javier Milei (llamado “Ley Ómnibus”)[1], el cual tiene más de 600 artículos que implicarían una profunda reforma del Estado y una desregulación de la economía, no se incluye ninguna nueva fórmula que entregue previsibilidad para los beneficiarios de la tercera edad.[2]
En cuanto a las clases medias y bajas, sus salarios pierden contra la inflación y Milei no propone medidas para acompañar a estos sectores durante los difíciles meses que vienen por delante. Con una inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas del 251% anual[3] en 2023 y un casi 270% en nafta, la desprotección del gobierno hacia los argentinos es inadmisible si se quiere garantizar la satisfacción de necesidades básicas y protección de sus derechos.
Y si de derechos hablamos, Milei propone una revisión de los valores de igualdad y justicia social que han estructurado a la sociedad argentina. Tanto en lo discursivo como en la práctica se puede ver la inexistencia, en el pensamiento de Milei, de la idea de derechos como inherentes a las personas, ya que éstos son considerados meros gastos. Derechos elementales como la salud y la alimentación están fuera de su consideración, ya que el único derecho que efectivamente reconoce es el derecho de propiedad.[4] Al referirse a la dictadura cívico militar que tuvo lugar en Argentina durante los años 1976-1983, durante la cual desaparecieron 30.000 personas, se cometieron violaciones masivas a los derechos humanos contra la población civil, incluyendo detenciones arbitrarias, ejecuciones, exilios forzosos, torturas, violaciones y abusos sexuales, y todo tipo de ataques a las libertades civiles, políticas y sindicales, Milei habla de “meros excesos” por parte del gobierno, utilizando las mismas palabras del dictador ejecutor de dichos actos.
En términos de políticas de género y protección de los derechos de las mujeres, el proyecto de ley Ómnibus presentado por el Ejecutivo pretende eliminar leyes que han sido grandes conquistas de los movimientos feministas, como la Ley de Paridad[5], y pretende suplantar el paradigma con el que abordar cuestiones vinculadas a los derechos de las mujeres y diversidades en el marco de una sociedad estructuralmente desigual por otro en el que no existen brechas de género, las mujeres son reconocidas sólo en tanto madres y víctimas.[6]
Estas medidas drásticas y, como diríamos los argentinos, “de un plumazo”, reflejan la inexperiencia del Presidente y su gabinete, mencionada ya por varios diputados, uno de los cuales afirma que “es alguien inexperto en materia de gestión. En toda su vida, tuvo cero responsabilidades de gobierno y sobre eso es muy fácil montar un personaje que, muy suelto de cuerpo, propone delirios económicos que pondrían a la Argentina en un camino del no retorno, con privatizaciones, pérdida de empleo y retroceso en materia de derechos conquistados”[7].
Estos “delirios” han causado la vergüenza de los argentinos mediante el discurso de Milei en la cumbre de Davos, donde el presidente criticó al socialismo y calificó como “neomarxistas” a los países que trabajan por la justicia social. No solo que nos avergüenza sino que además nos preocupa el hecho de que esté al mando de nuestro país un presidente que niega las diferencias de género y la problemática de opresión a la mujer y las minorías sexuales, y que niega el cambio climático y sus efectos, el cual, en sus palabras, es un invento para “financiar vagos socialistas”[8].
Frente a la “motosierra” de recortes del nuevo gobierno, el pueblo argentino se ve privado de otro de sus derechos como lo es el derecho a la protesta, ya que el Ministerio de Seguridad llevó a cabo un protocolo que prohíbe las protestas en la calle y quita las ayudas y subvenciones a aquellos trabajadores que participaran en ellas.
En respuesta a nuestra pregunta inicial, queda claro que el voto de los argentinos refleja la necesidad de un cambio, la cual no puede ser negada. Si bien se sabe que los meses por delante serán difíciles en términos de reducir el gasto estatal y disminuir la inflación, este proceso debe ser acompañado de un sistema con medidas que acompañen a las clases que necesitan el apoyo del estado en el proceso. No se puede confiar en que el mercado por sí solo resolverá los problemas gracias al desarrollo del comercio y las exportaciones. Las ideas de Milei arrasan con las victorias y avances en materia de Derechos Humanos que hemos conquistado a lo largo de los años.
Los derechos adquiridos no se negocian.
Keila Fafulas es Licenciada de la UNLa, Buenos Aires, y MA de la University of London, con interés especial en Derechos Humanos, Desarrollo Internacional y Justicia Social. Actualmente trabaja como Asesora de Violencia de Género (IDVA) en Advance Charity en Londres.
[1] https://cnnespanol.cnn.com/2023/12/27/milei-megaproyecto-argentina-claves-reforma-estado-orix/
[2] https://cnnespanol.cnn.com/2023/12/28/megaproyecto-milei-jubilaciones-orix/
[3] https://www.infobae.com/economia/2024/01/23/la-argentina-termino-2023-con-la-inflacion-en-alimentos-mas-alta-del-mundo-muy-por-encima-del-libano-y-venezuela/
[4] https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/revistaargentinacienciapolitica/article/view/8086/6771
[5] https://www.argentina.gob.ar/interior/observatorioelectoral/paridad-de-genero-0
[6] https://www.pagina12.com.ar/700228-las-politicas-de-genero-estan-bajo-asedio
[7] https://www.elindependiente.com.ar/pagina.php?id=342650
[8] https://www.datadiario.com/politica/segundo-debate-presidencial-finalizo-el-encuentro-en-la-uba-202310820240
Bulletin of Advanced Spanish 