España: de la ley, la memoria, y el derecho a conocer el pasado.

Por Marisa María Silva, estudiante último año de secundaria que espera estudiar Derecho con Español en la universidad.

La Ley de Memoria Democrática promulgada en 2022 tiene como objetivo principal la reparación de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos ocurridos durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura de Franco (1939-1975). No obstante, su implementación ha sido fuente de mucha controversia, y con la nueva legislación surge la pregunta: ¿Es realmente posible que una ley sane las profundas cicatrices dejadas por años de injusticia social? Muchos la ven como una forma de control o como una medida insuficiente para garantizar el esclarecimiento de la verdad, y así creen que el gobierno busca “apoderarse de la memoria y de los sentimientos de los ciudadanos”[1]

La Guerra Civil española y la dictadura franquista de casi 40 años, ejercieron una represión política extremadamente violenta y sistemática, afectando no solo a los que lucharon en la Guerra Civil, sino a intelectuales, ciudadanos y a cualquier persona que se opusiera al régimen. La Guerra dividió la sociedad profundamente, provocando enorme inestabilidad y miedo. 

Desafortunadamente, esa situación de injusticia y sufrimiento se perpetuó con el régimen franquista, cuyo sistema de control totalitario abarcaba cada aspecto de la vida española, política, social y cultural. El miedo constante a expresarse abiertamente creó un legado de resentimiento en la población española. 

Después del fallecimiento de Franco en 1975, el gobierno de transición liderado por Adolfo Suárez se enfocó en crear un consenso entre las fuerzas políticas para asegurar una convivencia pacífica. En este contexto surgió la Ley de Amnistía de 1977 que impedía la investigación judicial de los crímenes cometidos durante los 40 años de dictadura franquista y la Guerra Civil.  Esta Ley ha sido objeto de críticas al impedir el esclarecimiento de la verdad, el acceso a la justicia y la reparación para las víctimas de las atrocidades. Esa decisión fue altamente problemática ya que, al enmudecer el pasado, el gobierno no abordó los traumas infligidos, lo que prolongó el sufrimiento de muchas familias españolas. Con la llamada “paz de la Transición”, las voces de las víctimas quedaron soterradas, ignoradas, pero siempre presentes, esperando a ser desenterradas. 

Hubo que esperar hasta entrado el siglo XXI para ver la llegada de la Ley de Memoria Histórica (2007). Impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció y amplió los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, estableciendo diversas medidas como la retirada de símbolos franquistas, dando ayudas para exhumaciones y creando un registro de fosas comunes. Más de una década después, en 2022, se promulgó la Ley de la Memoria Democrática – un paso más allá para asegurar que las voces, que muchos pensaron que nunca más serian escuchadas, fueran oídas. 

La Ley surgió bajo a los principios fundamentales de “justicia y reparación”[2], impulsando la investigación histórica y asignando al Estado la responsabilidad activa de las exhumaciones. Su objetivo principal fue deslegitimar el legado del franquismo y garantizar el acceso a la educación sobre los acontecimientos para las nuevas generaciones, para evitar “la repetición de los episodios más trágicos de la historia”[3]. En la actualidad, la Ley permite el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas y se convierte en un compromiso hacia un futuro más consciente de su propia historia. Además, su importancia se acentúa, así que este proyecto legislativo promueve la verdad histórica, que consiste en el derecho de la sociedad de conocer su pasado, un aspecto clave de la cuestión planteada anteriormente, ya que muchas personas desconocen el paradero de sus familiares que fueron exiliados o ejecutados. 

El PSOE (Partido Socialista Obrero Español) fue el principal promotor de esta Ley, con el apoyo de otros partidos de izquierda como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Para el PSOE, la Ley es indudablemente importante para garantizar la justicia y reparación histórica hacia las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. Para que la verdad histórica sea garantizada, el gobierno tendrá que asumir el liderazgo en la búsqueda de los desaparecidos y asegurarse de que la exhumación de las fosas comunes y la identificación de los restos de las víctimas sean exitosas.  No cabe duda de que eso debería ser una obligación para el gobierno español, ya que la inacción podría ser interpretada como complicidad o como un intento de seguir ocultando el pasado. 

A pesar de todos los aspectos positivos, esta Ley ha provocado fuertes críticas, principalmente del Partido Popular (PP) y Vox, que consideran el proyecto legislativo como una “maniobra totalitaria”[4] al argumentar que impone una única visión de la historia y limita la libertad de expresión. Para los críticos, esto demuestra un intento de controlar el relato histórico en lugar de permitir un debate abierto sobre el pasado, paradójicamente violando los principios de libertad democrática que la misma afirma defender. 

Sin embargo, es fácil llegar a conclusión de que esa es una visión errónea del propósito de la Ley, que no es imponer una ideología “totalitaria” y única, sino promover la indemnización a las víctimas. La finalidad de la legislación no se trata de imponer una única narrativa, sino reconocer las voces y memorias de los reprimidos y silenciados por el franquismo. 

En suma, está claro que la Ley de Memoria Democrática fue el inicio de un avance significativo para reconocer las injusticias y el sufrimiento de las atrocidades cometidas a lo largo del siglo XX. Aunque la legislación haya traído polarización política entre PSOE y PP, es indudable que la Ley ha sido significativa para la recuperación de la confianza pública en el gobierno socialista, facilitando así que la memoria histórica se integre plenamente en la conciencia de la sociedad española. 

Bibliografía 

GARCÍA, ROBERTO VILLA. “Víctimas Sin Victimarios: El Olvido de Los Demócratas En La Ley de ‘Memoria Democrática.’” Cuadernos de Pensamiento Político, no. 76 (2022): 33–40. https://www.jstor.org/stable/27194430

HELEN GRAHAM. “The Spanish civil war, A very short introduction” 

https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2022-17099

https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/politica-territorial-memoria-democratica/paginas/2024/que-es-la-ley-de-memoria-democratica.aspx

https://www.rtve.es/noticias/20221020/asi-ley-memoria-democratica-entra-hoy-vigor-del-mapa-desaparecidos-a-anulacion-condenas-franquistas/2406472.shtml

https://www.vozpopuli.com/opinion/la-repulsiva-ley-de-memoria-democratica.html

https://www.mpr.gob.es/prencom/notas/Paginas/2022/051022-bolanos-ley-memoria-democratica.aspx

https://www.rtve.es/noticias/20220714/memoria-democratica/2388605.shtml


[1] https://www.vozpopuli.com/opinion/la-repulsiva-ley-de-memoria-democratica.html

[2] https://www.rtve.es/noticias/20221020/asi-ley-memoria-democratica-entra-hoy-vigor-del-mapa-desaparecidos-a-anulacion-condenas-franquistas/2406472.shtml

[3] https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2022-17099

[4] https://www.vozpopuli.com/opinion/la-repulsiva-ley-de-memoria-democratica.html